En el valle de Manduriacos de la Zona de Intag, los agricultores cultivan esta planta en grandes extensiones, que luego constituyen la materia prima del taller de mujeres organizadas quienes se dedican a realizar esponjas e insumos de baño.
La Casa de las Culturas está construida sobre la fachada de una antigua edificación de estilo neoclásico republicano del siglo XX (residencia familiar).