CANTONIZACION DE COTACACHI


Se necesitó mucha historia para saber en realidad cómo fue Cotacachi. La gente trabajaba sin respiro y se congregaba a las puertas de sus casas para moler sal que minaban en Salinas, una aldea de negros retintos cercano a Ibarra.

Los primeros asentamientos humanos de los que se tiene memoria se remontan hace 14.000 años. Fueron cazadores y recolectores de alimentos silvestres. Todavía no producían casi nada. Más bien cazaban, labraban armas de piedra, hueso y madrea. Jamás estuvieron en un solo territorio, subsistían temporalmente en una comarca y buscaban alimento en otros lugares.

Esos poblados aprendieron a pasos lentos a domar la naturaleza inventándose herramientas arcaicas. Entonces cambiaron los recorridos errantes por un lugar seguro para vivir. Había comenzado el desarrollo regional. Intercambian productos con la costa, imaginaron tecnologías de la metalúrgica, trabajaron el oro, cobre y platino. Creció la población y su estilo de vida de dependencia recíproca.

Reino de Quito

Sin buscar explicaciones, en la época del Reino de Quito procedieron a organizar el país en cacicazgos. Cada uno integraba a muchas aldeas gobernadas por un jefe local. Aunque no había clases sociales, sin embargo, se relacionaban en jerarquías: los caciques principales, la gente común, y los siervos que sostenían la economía con el sudor de la frente. A estos pobres se los identificó en la Colonia con el nombre genérico de yanaconas. Trabajaron tejidos, objetos de cerámica, ornamentos y arquitectura.

Los estudios de los arqueólogos confirman que había en esos tiempos antiguos una organización de alianzas. Formaron tres cacicazgos: Caranqui, Otavalo y Cayambe, cada uno con su grupo de llactacunas. Al cacicazgo de Otavalo pertenecieron los pueblos de San Pablo, Cotacachi, Atuntaqui, Urcuquí, Tumbabiro, Salinas, Cahuasquí, Intag y Lita.

Las llactacunas de Cotacachi y Salinas explotaban sal, mientras en Intag y Lita producían algodón que abastecía a todas las llactacunas del cacicazgo. Hasta la Colonia se registran en los censos de la Corona las poblaciones de Cotacachi, los Ayllus de Tulla en la zona de Intag, Gualzaquí, Panhabuela y Cucharo.

Transcurrieron muchos años sin sobresaltos, entre tanto levantaron construcciones artificiales en forma de lomas que servían de tumbas, habitaciones y lugares ceremoniales. Cotacachi conserva aún las tolas en la Cruz del Ejido, de la actual Iglesia de la Matriz y las Lomas. Esos prójimos compartían la tierra y alguna que otra herramienta de trabajo.

Junto a extensos señoríos convivieron decenas de llactacunas. El Señor imponía las reglas de la vida y la cantidad y calidad de las contribuciones. La gente común ayudaba a construir la casa del Señor, le abastecían con leña y cultivaban las cementeras de maíz. Esas fueron las delicias del privilegio del Cacique.

La independencia

Los grandes protagonistas de la Independencia fueron los notables latifundistas, los grupos medios de la sociedad colonial e intelectuales que dieron un sesgo mortal a la colonia. Los artesanos y comerciantes, se resistieron al principio y solo apoyaron a los notables patriotas. Se unieron los indios que habían tenido repetidos alzamientos en décadas anteriores. Jamás sospecharon que los beneficiarios de esa emancipación fueron justamente los terratenientes que apoyaron a la sangrienta represión de esos alzamientos.

Cotacachi se hizo presente en las guerras de la independencia con hombres notables como el escritor Vicente Peñaherrera, que batalló en la gesta gloriosa de 1.809 y fue mártir de 1.810.

El Padre Julio Vacas Endara SDB, intelectual religioso cotacacheño, en su libro inédito obre la Historia de Cotacachi, cuenta, que, en atención a los valiosos servicios a la Independencia y a su vigorosa economía, Bolívar solicitó al Congreso de Angosturas la elevación de Cotacachi a la categoría de Cantón en el año de 1.819. El Congreso expidió el Decreto y el Libertador lo confirmó con el ejecútese escrito y formado por él.

Cotacachi envió gente al ejército de Bolívar en la Gran Batalla de Ibarra, dirigida por el propio Libertador para asegurar la independencia, el 17 de julio de 1.823. La zona de Intag fue una fortaleza natural y refugio para los patriotas perseguidos a muerte por el Gobierno español. Seguramente, por la valiosa y decidida presencia de nuestro pueblo en las gestas libertarias, Cotacachi estuvo siempre en la mente y el corazón de Bolívar.

Después de la Batalla de Pichincha se firmó el Acta de Incorporación a la Gran Colombia de todo el territorio de la Real Audiencia de Quito. La Provincia de Imbabura se integró con los Cantones de Ibarra, Otavalo, Cotacachi y Cayambe. 

Dos años después y consumada la independencia de América, con la Batalla de Ayacucho, el 25 de junio de 1.824, se dictó la Nueva Ley de División Territorial de la Gran Colombia. Se ratificó la creación de algunas Provincias, entre ellas la de Imbabura, y Cotacachi como uno de sus cantones. Otavalo, Cotacachi y Cayambe formaron un solo distrito, gobernado por el Jefe Municipal de Otavalo. La fenomenal convulsión de la vida política desintegró a la Gran Colombia y el Ecuador se separó en 1.830 para formar una república independiente.

El investigador Julián Andrade Echeverría relata que su bisabuelo Julián Andrade González aprovechó la mistad con el Dr. Rafael Carvajal para conseguir de su íntimo amigo el presidente García Moreno, la cantonización de Cotacachi y la carretera a Esmeraldas. Cuenta que Rafael Carvajal tenía en Puembo el fundo La Palma, donde iban sus amigos y en una de esas reuniones favoreció la presencia del presidente García Moreno. Ese día memorable le plantearon la cantonización. Gabriel García Moreno aceptó mediante la Ley de División Territorial dictada por la convención Nacional del Ecuador el 29 de mayo de 1861.

Son inciertas las razones por las que Cotacachi no entró en una vida independiente como Cantón y sólo después de más de treinta años logró su cantonización en 1.861. En este lapso fue la parroquia más progresista y floreciente del Cantón Otavalo, era el centro manufacturero y comercial de tejidos de fama y prestigiosa talabartería. Despuntaron intelectuales de temple y servicio a la vida cantonal como consejeros parroquiales en el Concejo Municipal de Otavalo como el Dr. Manuel Cevallos, Dr. Modesto Peñaherrera, Julián Andrade, Juan Albuja, Manuel Luna, Manuel Acosta, Modesto Andrade.

Período republicano

En este período Cotacachi tuvo la posibilidad de constituir su gobierno local organizando su territorio política y administrativamente. Pero antes se creó la ley de Parroquialización en 1835, posiblemente Cotacachi fue parroquia del Cantón Otavalo, pero exactamente según actas del cabildo de Otavalo, consta Cotacachi como parroquia desde 1845. Solo en 1861, consigue la cantonización oficial mediante decreto de García Moreno. La primera acta de posesión del Concejo Municipal fue el 6 de julio de 1861.

Nombraron a Julián Andrade Jefe Político del Cantón. Cuando le posesionó el Gobernador de la Provincia, inauguró el Primer Concejo Municipal, con consejeros interinos. El Jefe Político asentó el Acta nombrando como testigos que autorizaban sus actos, a los Señores Dr. Telésforo Peñaherrera y Benjamín Albuja Galindo. Aceptaron el cargo y ofrecieron bajo juramento desempeñarlo fiel y legalmente, términos que constan en el Acta del Archivo Municipal en el Museo de las Culturas. Suscriben el Acta los Señores Consejeros: Dr. Modesto Peñaherrera, Dr. Carlos Cevallos, Sr. Vidal Saldaña, Sr. Rafael Reyes y Sr. José Peñaherrera.

Es imposible olvidar al primer Concejo Municipal, especialmente al cotacacheño Dr. Rafael Carvajal Quinteros, escritor, parlamentario, vicepresidente de la República en el Gobierno de García Moreno y presidente de la Convención Nacional de 1.869, y a Julián Andrade González a ellos se les debe la cantonización de Cotacachi.

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